Un duendecillo, algo vago y malhumorado, se ve arrastrado a una situación absurda: todos sus vecinos están convencidos de que es Papá Noel, el auténtico, y por eso le mandan todas sus cartas pidiendo regalos. Una sugerente y divertida historia ilustrada sobre los privilegios que a veces nos pueden venir de los malentendidos, y sobre la importancia de ser honesto consigo mismo y con los demás.
Un duendecillo, algo vago y malhumorado, se ve arrastrado a una situación absurda: todos sus vecinos están convencidos de que es Papá Noel, el auténtico, y por eso le mandan todas sus cartas pidiendo regalos. Una sugerente y divertida historia ilustrada sobre los privilegios que a veces nos pueden venir de los malentendidos, y sobre la importancia de ser honesto consigo mismo y con los demás.
Membrillo, Papá Noel del jardín
Membrillo recogió la carta que la cartera acababa de deslizar por debajo de su puerta y la llevó delante de los ojos.-¡Papá Noel! ¿Pero esto qué significa? –exclamó. Esta saltamontes está completamente grillada. Ahora resulta que recibo yo el correo de Papá Noel. Solo me faltaba encargarme de los regalos, ¡con la cabeza que tengo!Pero la curiosidad le picaba y el duendecillo al final abrió la carta y empezó a leerla:“Querido Membrillo, me gustaría que me trajeses un joyero, hermanitos para mi peluche preferido…