Historia de dos gemelos a los que la casualidad obliga a individualizarse. Dos hermanos de trece años llevan una vida idéntica, visten igual y hacen siempre las mismas cosas. Un pequeño incidente los obliga a separarse y a descubrir que lo que los une no es el parecido sino la hemandad. El relato contiene el suficiente humor para convertirse en una pequeña sátira, a lo que colaboran los dibujos de Gustí.Historia de dos gemelos a los que la casualidad obliga a individualizarse. Dos hermanos de trece años llevan una vida idéntica, visten igual y hacen siempre las mismas cosas. Un pequeño incidente los obliga a separarse y a descubrir que lo que los une no es el parecido sino la hemandad. El relato contiene el suficiente humor para convertirse en una pequeña sátira, a lo que colaboran los dibujos de Gustí.
Uña y carne
No, no exagero. Aparte de ser uña y carne, aquellos gemelos eran, lo que suele decirse, como dos gotas de agua. Eran tan iguales que a veces ni ellos mismos sabían quién era quién. Sólo una cosa tenían diferente: el nombre. Uno se llamaba Amando y el otro Armando.