El admirado autor e ilustrador Jimmy Liao nos regala una nueva invitación a la reflexión en este álbum que, a pesar de tener contenidos profundos y trascendentes, puede ser perfectamente disfrutado por niños lectores. Un hombre solitario se lleva a casa un pez que le sonríe pensando que va a ser feliz a cada momento con esa sonrisa junto a él. Sin embargo, en sueños se da cuenta de que un pez encerrado no puede dar felicidad, aunque sonría.
El admirado autor e ilustrador Jimmy Liao nos regala una nueva invitación a la reflexión en este álbum que, a pesar de tener contenidos profundos y trascendentes, puede ser perfectamente disfrutado por niños lectores. Un hombre solitario se lleva a casa un pez que le sonríe pensando que va a ser feliz a cada momento con esa sonrisa junto a él. Sin embargo, en sueños se da cuenta de que un pez encerrado no puede dar felicidad, aunque sonría.
El pez que sonreía
Vi a un pez, un pez que me sonreía. Tanto de día como de noche, siempre que yo pasaba, nadaba agitándose hacia mí y me sonreía. Hiciera el tiempo que hiciese, aunque lloviera, era como se el pez me estuviera esperando, esperando a que yo le dirigiera una mirada cargada de profundos sentimientos. Yo quería ser el dueño de aquel pez. Y me llevé a casa al pez que me sonreía. Mientras le hablaba, el pez meneaba la cola y me sonreía. Por la noche, mientras yo miraba la televisión, el pez soltaba unas burbujas...