Esta Alicia no es la del «País de las Maravillas», es la del «País del chocolate». Tienen algo en común: las dos se crean un mundo de fantasía. A la protagonista de este libro le encanta el chocolate y como su madre no le deja comerlo, se inventa un mundo en el que puede conseguir todo lo que quiera. En este mundo de fantasía que crea la protagonista, el autor introduce con mucho humor a otros personajes de cuentos clásicos, reconocibles por todos y por el joven lector.
Esta Alicia no es la del «País de las Maravillas», es la del «País del chocolate». Tienen algo en común: las dos se crean un mundo de fantasía. A la protagonista de este libro le encanta el chocolate y como su madre no le deja comerlo, se inventa un mundo en el que puede conseguir todo lo que quiera. En este mundo de fantasía que crea la protagonista, el autor introduce con mucho humor a otros personajes de cuentos clásicos, reconocibles por todos y por el joven lector.
Alicia en el país del chocolate
Empezaré aclarando un punto importante: la Alicia de la que hablaré en esta historia no es la que conocéis por otros libros y películas. De manera que, si esperabais revivir las peripecias de aquella niña que se hacía grande y pequeña comiendo galletas, si queríais ver nuevamente a la liebre y el sombrerero... no los encontraréis por estas páginas.