Emotivo homenaje a la figura del abuelo y, de forma indirecta, a la del maestro rural. Una serie de ideas ligadas al descubrimiento de conceptos hacen retroceder al lector a diferentes fases de la infancia. En esa evocación evolutiva se aprecian los síntomas del envejecimiento de Don Jaime, a la vez que una delicada paleta de colores refleja, mediante diferentes técnicas y tipos de papel, los dulces sentimientos de la niña al pasear junto al mar.
Emotivo homenaje a la figura del abuelo y, de forma indirecta, a la del maestro rural. Una serie de ideas ligadas al descubrimiento de conceptos hacen retroceder al lector a diferentes fases de la infancia. En esa evocación evolutiva se aprecian los síntomas del envejecimiento de Don Jaime, a la vez que una delicada paleta de colores refleja, mediante diferentes técnicas y tipos de papel, los dulces sentimientos de la niña al pasear junto al mar.
El mar y otras cosas de las que también me acuerdo
Recuerdo los paseos con don Jaime desde que apenas sabía andar y, para no cansarme, ni cansarle, iba en triciclo. Casi todo el tiempo caminábamos en silencio... Mi conversación a los tres años no era muy animada y él hablaba muy poco, sólo lo imprescindible o incluso menos. Sin embargo, me enseñaba mil cosas.