La vida de un niño está llena de deberes, obligaciones, responsabilidades y compromisos sociales que no le gusta. Por eso, cualquier niño se identifica con Alejandro, el protagonista de esta historia, que, por otro lado, no deja de exponer un deseo con el que cualquiera puede identificarse: ser como su gato. Un anhelo que despierta sonrisas por la ternura con la que lo expone, reforzada por las realistas ilustraciones del autor, y que, en su caso, tiene un límite.
La vida de un niño está llena de deberes, obligaciones, responsabilidades y compromisos sociales que no le gusta. Por eso, cualquier niño se identifica con Alejandro, el protagonista de esta historia, que, por otro lado, no deja de exponer un deseo con el que cualquiera puede identificarse: ser como su gato. Un anhelo que despierta sonrisas por la ternura con la que lo expone, reforzada por las realistas ilustraciones del autor, y que, en su caso, tiene un límite.
A veces me gustaría ser Max
Yo soy Alejandro. Pero cuando mamá me despierta por las mañanas... entonces me gustaría ser como Max.
Cuando camino bajo la lluvia hacia la escuela... entonces me gustaría ser Max.
Cuando hago ejercicios de ortografía en el colegio... entonces me gustaría ser Max.
Cuando quiero invitar a María a casa... entonces me gustaría ser Max.