El año 1493 transcurre entre las tinieblas. La Inquisición abusa implacablemente de su poder. El pueblo, temeroso de sus métodos para culpar a todo aquel que no sigue unas estrictas normas, colabora con falsos testimonios para salvar su vida. El barón Pedro de Ortuña es acusado de herejía, una condena que conlleva tormentos y tal vez la muerte en la hoguera. Sus más fieles amigos y su valiente hijo tienen las horas contadas para urdir un plan infalible y demostrar su inocencia ¿Lo conseguirán?
El año 1493 transcurre entre las tinieblas. La Inquisición abusa implacablemente de su poder. El pueblo, temeroso de sus métodos para culpar a todo aquel que no sigue unas estrictas normas, colabora con falsos testimonios para salvar su vida. El barón Pedro de Ortuña es acusado de herejía, una condena que conlleva tormentos y tal vez la muerte en la hoguera. Sus más fieles amigos y su valiente hijo tienen las horas contadas para urdir un plan infalible y demostrar su inocencia ¿Lo conseguirán?
Herejía
-Ginés de Alcoy -comenzó el inquisidor, volviéndose hacia él-, debéis intervenir. ¡Haced hablar al reo!
Tanto fray Agustín de Saviñán como los dos verdugos se apartaron para dejarle espacio. Ante él quedó ahora la maltrecha figura del prisionero. El hombre lo miraba, tendido sobre una tabla de madera que habían colocado en el centro de la sala.