No hay nada mejor que un buen muñeco o mascota como amigo y una gran imaginación para no aburrirse y vivir aventuras interminables. Martín acompañado de su inseparable capitán Tartagliona, regalo de su padre de unos de sus viajes, tiene que buscar al torbellino de su hermana pequeña, que quizá haya sido devorada por una criatura viscosa que hay en el cajón de su mesilla. Con gran imaginación y valentía se adentra en un mundo de fantasía con personajes misteriosos, a los que se tendrá que enfrentar, hasta encontrar a Beba, su hermana.
Autora e ilustrador consiguen envolvernos en esta gran aventura.
No hay nada mejor que un buen muñeco o mascota como amigo y una gran imaginación para no aburrirse y vivir aventuras interminables. Martín acompañado de su inseparable capitán Tartagliona, regalo de su padre de unos de sus viajes, tiene que buscar al torbellino de su hermana pequeña, que quizá haya sido devorada por una criatura viscosa que hay en el cajón de su mesilla. Con gran imaginación y valentía se adentra en un mundo de fantasía con personajes misteriosos, a los que se tendrá que enfrentar,... Seguir leyendo
Martín, de grumete a capitán
Martín vivía con su madre, su padre y el ciclón de su hermana en las colinas que rodeaban una ciudad no lejos de aquí…
Martín soñaba con surcar los mares, atravesar tempestades, conocer tierras lejanas. De esto solía hablar con su fiel compañero de juegos: el capitán Tartagliona. ¡Que no cunda el pánico! ¡El capitán Tartagliona y yo estamos de vuelta en el puente de mando! ¿Qué estabas buscando allí dentro Beba?