Delicado y sórdido a partes iguales, el relato vivencial del colegial Burt, protagonista absoluto de esta desasosegante historia, lo es también de un fracaso familiar, escolar y social, elementos esenciales en la vida del niño e incapaces de lidiar con la herida emocional del pequeño, para cuyo peculiar padecimiento parece no haber nombre, pese a que se aborde desde lo patológico. Escrita a inicios de los años ochenta, la historia recoge elementos culturales que remiten a la época, y quizá resulte curioso comprobar cómo algunas cosas cambian, pero persiste la incapacidad para hacer justicia a la complejidad de una mente infantil diferente (con pulsiones, sentimientos y dolor propios de un adulto), para amar y educar en lugar de reprimir y castigar. Terrible y conmovedor.
Delicado y sórdido a partes iguales, el relato vivencial del colegial Burt, protagonista absoluto de esta desasosegante historia, lo es también de un fracaso familiar, escolar y social, elementos esenciales en la vida del niño e incapaces de lidiar con la herida emocional del pequeño, para cuyo peculiar padecimiento parece no haber nombre, pese a que se aborde desde lo patológico. Escrita a inicios de los años ochenta, la historia recoge elementos culturales que remiten a la época, y quizá resulte... Seguir leyendo
Cuando yo tenía cinco años, me maté
Cuando yo tenía cinco años, me maté.
Estaba esperando a Popeye, que sale después de las noticias. Para ser una persona, Popeye tiene unas muñecas enormes y es fuerte como ninguno. Pero las noticias no acababan nunca.
Papá las estaba viendo. Yo me tapaba los oídos porque me dan miedo. Es lo que menos me gusta de la tele. Salen los rusos que quieren aplastarnos. Sale el presidente de los Estado Unidos que es calvo. Salen anuncios del fabuloso Autorama de este año, y yo ya estuve una vez, fue una actividad muy divertida.