Águila persiguió a la liebre, pero ésta era rápida, lista y tenía buenos reflejos. Herida en su orgullo, águila le dijo a la libre que sólo quería conversar con ella. Intentó convencerla de que volar era la experiencia más maravillosa, pero liebre era feliz oliendo los aromas de las flores, observando a los insectos, revolcándose en la hierba fresca. No obstante, desde aquella conversación, cada una quiso probar cómo era la vida de la otra. Una historia que nos hace reflexionar sobre la importancia de ser feliz con lo que se es y lo que se tiene.
Águila persiguió a la liebre, pero ésta era rápida, lista y tenía buenos reflejos. Herida en su orgullo, águila le dijo a la libre que sólo quería conversar con ella. Intentó convencerla de que volar era la experiencia más maravillosa, pero liebre era feliz oliendo los aromas de las flores, observando a los insectos, revolcándose en la hierba fresca. No obstante, desde aquella conversación, cada una quiso probar cómo era la vida de la otra. Una historia que nos hace reflexionar sobre la... Seguir leyendo
El águila y la liebre
Águila bajó planeando desde el cielo y se posó en la copa de un árbol. Desde allí contempló sus posesiones. Se sentía tan poderosa, tan fuerte, tan majestuosa... Nadie podía dudar que era el animal más importante de la Tierra, y todos los demás, sus vasallos. Por algo era un águila real: su manto y su cola blancos eran los signos de la realeza. No tenía más que posarse en una atalaya y elegir su presa.