El mono Roberto pasa las horas muertas jugando al póker con sus amigos. En el bosque la vida pasa despacio y apacible, aunque a veces también surgen conflictos. Por ejemplo, la pereza puede estropear una fantástica timba, o las travesuras de Touffik alterar la divertida convivencia. Aunque al final lo que perdura siempre es el diálogo, el buen humor y ¡la pasión por raflu! Un entrañable cómic, colorista y atractivo, para mantener la afición a las viñetas a la vez que crecen como lectores.
El mono Roberto pasa las horas muertas jugando al póker con sus amigos. En el bosque la vida pasa despacio y apacible, aunque a veces también surgen conflictos. Por ejemplo, la pereza puede estropear una fantástica timba, o las travesuras de Touffik alterar la divertida convivencia. Aunque al final lo que perdura siempre es el diálogo, el buen humor y ¡la pasión por raflu! Un entrañable cómic, colorista y atractivo, para mantener la afición a las viñetas a la vez que crecen como lectores.
Roberto y sus amigos
Roberto no quiere salir.
Ya hace un tiempo que dura.
Sus amigos se empiezan a aburrir de verdad.
¡Les falta un cuarto jugador!
- ¡Jugar al póker siendo tres es un palo!
- Siempre podemos jugar al mentiroso.
- Sí, pero no es tan divertido.
Además, antes de cada partida de póker, Roberto les preparaba una deliciosa bebida a base de tréboles.
La había bautizado como:
- ¡El raflu!