Circo, elefantes, domadores y payasos, son personajes que están afectivamente ligados al universo del entretenimiento infantil. Y en esta reveladora historia, sucede algo inesperado. El domador con sus gritos y latigazos intimida al elefante, que asustado y perturbado, no logra realizar su rutina de trabajo. Improvisa entonces, una serie de piruetas estrafalarias, “y consigue el asombro y los aplausos del público que enfervorizado lo aplaude de pie…”. Lo inesperado es que el elefante con su simpatía y conmoción, logra una performance que hace lagrimear con ternura al payaso. Un cuento revelador que habilita a leerlo mostrando sus imágenes.
Circo, elefantes, domadores y payasos, son personajes que están afectivamente ligados al universo del entretenimiento infantil. Y en esta reveladora historia, sucede algo inesperado. El domador con sus gritos y latigazos intimida al elefante, que asustado y perturbado, no logra realizar su rutina de trabajo. Improvisa entonces, una serie de piruetas estrafalarias, “y consigue el asombro y los aplausos del público que enfervorizado lo aplaude de pie…”. Lo inesperado es que el elefante con su simpatía y conmoción, logra una performance que... Seguir leyendo
¡Qué payaso este elefante!
Se apagan las luces. Comienzan los aplausos. Cada vez más fuertes suenan y resuenan. Tras bambalinas, el elefante suda. Tiembla. Sufre. El pequeño domador sale a la pista y, con el látigo, dibuja enormes mamarrachos. Los pinta y los borra. Los borra y los pinta. Tanto se entusiasma que el látigo se enreda. El domador disimula y chista por lo bajo al elefante para que empiece la rutina. El elefante frunce las patas, pone trompa, le castañean los comillos, y dice NO, NO, con la cabeza…