Morosoli, uno de los mayores narradores uruguayos de la primera mitad del siglo XX, muestra con admirable sencillez, en estos veinte conmovedores relatos, al niño de nuestro campo y el paisaje. Ambos se fusionan de tal manera, que no es posible precisar quién es uno y quién es otro. Su estilo breve, agudo pero hondamente emotivo que nos legara en su primera edición de 1945, llega hoy con total vigencia en esta nueva e imprescindible versión. Las ilustraciones interpretan magistralmente esas crónicas de niños, animales y terruño en bellísimas estampas de lugares y personajes típicos de nuestra tierra. Perico…un clásico.
Morosoli, uno de los mayores narradores uruguayos de la primera mitad del siglo XX, muestra con admirable sencillez, en estos veinte conmovedores relatos, al niño de nuestro campo y el paisaje. Ambos se fusionan de tal manera, que no es posible precisar quién es uno y quién es otro. Su estilo breve, agudo pero hondamente emotivo que nos legara en su primera edición de 1945, llega hoy con total vigencia en esta nueva e imprescindible versión. Las ilustraciones interpretan magistralmente esas crónicas de niños, animales y terruño en... Seguir leyendo
Perico
Arenero.
¡Estas arenas del Santa Lucía sí que son arenas!... ¿Y las aguas? Andan siempre entre las piedras. No conocen el barro... Además dan de beber a una ciudad. Perico deseaba irse un día aguas abajo y conocer bien el río. Lo que se dice bien. Porque un río debe tener cosas para ver que no acaban nunca. Lo piensa ahora que está paleando arena, llenando la carretera para ir al pueblo.
En el cauce lento se levanta una suave niebla. Los bueyes alientan un vaho que asciende en la amanecida. El fuego carrero calienta la pava ennegrecida. Vuelan rectos hacia el cielo los aguateros, y las tijeretas cortando con golpes de cola, las últimas estrellas.
-Hay arena más fina en el mar, le dije un día.
¿El mar? El no lo había visto. Pero conocía a un hombre que viajó por él.