Una pelea a la hora del recreo hará que, Anina Yatay Salas, el personaje principal de esta conmovedora novela, se vea inmersa en un sinnúmero de problemas: amores secretos, odios confesados, amigas entrañables, enemigas terroríficas, maestras cariñosas y otras cosas maléficas. Un castigo misterioso aguarda dentro de un sobre negro. Amparada por la magia de su nombre capicúa, Anina le hará frente a dicho castigo y a través de su relato nos revela cómo afronta las contrariedades que la vida familiar y escolar le proponen diariamente. La novela deja abiertas preguntas que le permiten al lector reflexionar junto al personaje central.
Una pelea a la hora del recreo hará que, Anina Yatay Salas, el personaje principal de esta conmovedora novela, se vea inmersa en un sinnúmero de problemas: amores secretos, odios confesados, amigas entrañables, enemigas terroríficas, maestras cariñosas y otras cosas maléficas. Un castigo misterioso aguarda dentro de un sobre negro. Amparada por la magia de su nombre capicúa, Anina le hará frente a dicho castigo y a través de su relato nos revela cómo afronta las contrariedades que la vida familiar y escolar le... Seguir leyendo
Anina Yatay Salas
Me llamo Anina Yatay Salas, tengo diez años y estoy metida en un lío de novela.
En mi escuela me dicen “capicúa”, debido a que mi nombre se lee de ida y vuelta. Algunos compañeros pronuncian “capicúa” con un tonito burlón, porque un día yo caí en la estupidez de decirles de dónde proviene esa palabra. (Papá me contó que la palabra “capicúa” procede del catalán cap, “cabeza”, y cua, “cola”.) No pude pasarme de lista con ellos: cuando intentaba sobrarlos con mi sabiduría, Pablo, rápido como la luz, miró mi cabeza y mi cola, que son un poco grandes, y exclamó:
-Por lo que veo, vos también sos una niña capicúa.
Yo sentí una vergüenza y una bronca bárbaras, porque me dí cuenta de que ahí, en ese momento, ese tarado me estaba bautizando nuevamente. ¡Peor aún!: estaba transformando mi cuerpo en capicúa.