Los lápices se rebelan. Ya no pueden más. Cada color escribirá una carta a Duncan, un niño. Un álbum lleno de humor fresco que nos hace pensar en cómo utilizamos los colores y las funciones que les asignamos. Por ejemplo, el beige dice que está harto de ser el segundón del señor crayón café; el negro que odia que solamente le usen para el contorno; el rojo que está casi gastado y necesita descansar pues le utiliza para todo, desde para los camiones de bomberos, manzanas hasta en los corazones de san Valentín...Las cartas escritas en distintos colores según el crayón que escriba, están situadas en las páginas pares y en las impares hay objetos mezclados con los lápices. El autor y el ilustrador han formado un tándem perfecto, logrando crear un cuento que nos sorprende por la historia desde el principio hasta el final.
Los lápices se rebelan. Ya no pueden más. Cada color escribirá una carta a Duncan, un niño. Un álbum lleno de humor fresco que nos hace pensar en cómo utilizamos los colores y las funciones que les asignamos. Por ejemplo, el beige dice que está harto de ser el segundón del señor crayón café; el negro que odia que solamente le usen para el contorno; el rojo que está casi gastado y necesita descansar pues le utiliza para todo, desde para los camiones de bomberos, manzanas hasta en los corazones de san... Seguir leyendo
El día que los crayones renunciaron
Un día, en la escuela, cuando
Duncan iaba a sacar sus crayones,
encontró un montón de cartas
con su nombre.