Una anécdota cotidiana, las travesuras de Miranda y el enfado que provocan en casa, sirve como pretexto para presentar a los más pequeños algunos conceptos fundamentales del mundo del cómic: las onomatopeyas, continuamente utilizadas por los amigos imaginarios de la niña; las líneas cinéticas, esbozadas en los movimientos de algunas de las divertidas figuras que acompañan a la protagonista; o los bocadillos, enmarcados o no, que contienen una narración manuscrita en donde el humor, las bromas y el juego con la repetición de palabras conforman una interesante propuesta, colorida y sencilla, en la línea de otras apuestas innovadoras de la misma editorial.
Una anécdota cotidiana, las travesuras de Miranda y el enfado que provocan en casa, sirve como pretexto para presentar a los más pequeños algunos conceptos fundamentales del mundo del cómic: las onomatopeyas, continuamente utilizadas por los amigos imaginarios de la niña; las líneas cinéticas, esbozadas en los movimientos de algunas de las divertidas figuras que acompañan a la protagonista; o los bocadillos, enmarcados o no, que contienen una narración manuscrita en donde el humor, las bromas y... Seguir leyendo
Miranda
- ¡Tonterías!
- ¡Ay ay ay!
Los padres de Miranda no se lo pueden creer...
- ¡Estás castigada!
- No está bien
- ¡Pff!
- ¡Oh!
Miranda se ha cortado el pelo.
- Wahou
- ¡Solo un poco, nada más que un poquito poco!
- ¡Bof!
- ¿Gorro o gorra?
- Qué bonito...
Miranda ha pintado la pared.
- Solo un poco, nada más que un poquito poco.
- Parece Picasso.
- ¿Qué es eso?
- Flash!