Dos son los protagonistas de esta historia, Karla, una joven que vive en el bosque y, Robert,un repartidor de carbón en la ciudad. No se conocen y cada uno vive su vida. A Robert le encantan las historias que le cuentan los mayores cuando les lleva el carbón. Karla es bruja pero parece un hada, le gusta recolectar, hacer punto... Un día, y no es por casualidad, ambos jóvenes se encuentran y comprueban que comparten calcetines rojos, tejidos por Karla, y que les gusta las historias. La autora nos va narrando la vida de los jóvenes y va intercalando otras historias, que las dibuja enmarcadas, como la del príncipe del escaparate, o la del hijo de la bruja que nunca tenía bastante, etc. y nos deja con alguna duda que el lector tendrá que averiguar. Una cuidada edición para un libro que gustará leer y releer.
Dos son los protagonistas de esta historia, Karla, una joven que vive en el bosque y, Robert,un repartidor de carbón en la ciudad. No se conocen y cada uno vive su vida. A Robert le encantan las historias que le cuentan los mayores cuando les lleva el carbón. Karla es bruja pero parece un hada, le gusta recolectar, hacer punto... Un día, y no es por casualidad, ambos jóvenes se encuentran y comprueban que comparten calcetines rojos, tejidos por Karla, y que les gusta las historias. La autora nos va narrando la vida de los jóvenes y va intercalando... Seguir leyendo
El bosque de la bruja y los calcetines mágicos
Había una bruja que vivía en un bosque. Vivía junto a tres robles, frente al estanque de las ranas, allí donde en primavera crecen las exhuberantes camelias amarillas.
En la pequeña, inclinada casa, que aún sigue estando allí. La casa, a la que ahora le faltan los cristales de las ventanas. La casa con el letrero en la puerta:
Prohibida la entrada.
Los padres se hacen responsables de sus hijos.
Exactamente en esa casa vivía la bruja.