Jackson sale de la iglesia con su abuela y van a la parada del autobús. Está algo protestón, no entiende por qué no tienen coche, se tienen que mojar con la lluvia y no posee un ipad. Menos mal que su abuela, con paciencia y cariño, le hace ver que las cosas cotidianas del día a día tienen su valor. No lo hace de forma forzada, los diálogos entre abuela y nieto son muy naturales. Casi al final de la historia y cuando esperamos que Jackson siga peleón, el niño nos sorprenderá. Un álbum muy expresivo y cercano a la realidad social que nos ha tocado vivir. Ha sido galardonado con varios premios internacionales.
Jackson sale de la iglesia con su abuela y van a la parada del autobús. Está algo protestón, no entiende por qué no tienen coche, se tienen que mojar con la lluvia y no posee un ipad. Menos mal que su abuela, con paciencia y cariño, le hace ver que las cosas cotidianas del día a día tienen su valor. No lo hace de forma forzada, los diálogos entre abuela y nieto son muy naturales. Casi al final de la historia y cuando esperamos que Jackson siga peleón, el niño nos sorprenderá. Un álbum muy expresivo... Seguir leyendo
Última parada de la calle Market
Jackson empujó la puerta de la iglesia para salir y bajó los escalones saltando.
Fuera, el aire olía a libertad, pero también a lluvia,
que salpicaba la camisa de Jackson y resbalaba por su nariz.
Se resguardó bajo el paraguas de su abuela Nana y dijo:
-¿Por qué tenemos que esperar el autobús bajo esta lluvia?
-Los árboles también sienten sed -le constestó su abuela-.
¿Ves ese árbol grande bebiendo a través de una pajita?
Jackson miró a su alrededor una y otra vez, pero no logró encontrar la pajita.