La voz de un desposeído clama justicia desde ultratumba, o eso viene a contarnos Hawthorne mediante una historia -de ambientación victoriana- que tiene una venerable mansión del XVII como protagonista. La casa Pyncheon debe su nombre a su primer propietario, quien la erigió sobre el terreno que perteneció a Maule, un humilde colono que sufrió tormento y una muerte atroz durante los juicios contra la brujería celebrados en Salem (Massachusetts) en la época. Desde entonces, la vivienda parece estar poseída por fuerzas sobrenaturales que han traído la desgracia a sus moradores, todos descendientes del cruel coronel Pyncheon, el mismo que usó su influencia para ajusticiar al colono y quedarse con la propiedad. Varias generaciones después, asistimos al desenlace de una trama en la que el lector, sensible al padecimiento de personas inocentes, se pregunta si podrán superar el aciago destino de su estirpe y si el alma de Maule hallará por fin descanso. Alianza recupera, en formato electrónico, un apasionante relato en el que se advierten los principales detalles que caracterizan el estilo de un autor indispensable para los amantes del suspense y el terror.
La voz de un desposeído clama justicia desde ultratumba, o eso viene a contarnos Hawthorne mediante una historia -de ambientación victoriana- que tiene una venerable mansión del XVII como protagonista. La casa Pyncheon debe su nombre a su primer propietario, quien la erigió sobre el terreno que perteneció a Maule, un humilde colono que sufrió tormento y una muerte atroz durante los juicios contra la brujería celebrados en Salem (Massachusetts) en la época. Desde entonces, la vivienda parece estar poseída por... Seguir leyendo
La casa de los siete tejados
A mitad de una retirada calle de una de nuestras ciudades de Nueva Inglaterra, se alza una casa de madera de color orín que tiene siete tejados muy puntiagudos, orientados hacia distintos puntos de la brújula, y una enorme chimenea apiñada en medio de todos ellos. La calle es Pyncheon Street, la casa es la vieja casa Pyncheon, y un olmo de amplia circunferencia, que se alza ante la puerta, es conocido por todos los niños de la ciudad como el olmo Pyncheon. En mis ocasionales visitas a dicha población, rara vez dejo de ir a esa calle para pasar entre las sombras de las dos antigüedades que son el gran olmo y la casa tanto tiempo azotada por los elementos...