Los amantes de la LIJ sin duda conocen la brillante trayectoria de Horst Eckert, conocido por su seudónimo Janosch. Con tres nominaciones al Premio Andersen a sus espaldas y una colección de títulos inolvidables con la que ha crecido toda una generación de niños, hoy en su mayoría padres, está considerado uno de los grandes autores de historias para el público infantil gracias sobre todo a personajes como Topolín, un carismático animalito que se presentó ante los lectores con esta historia, allá por los años ochenta del siglo XX. Los Cuatro Azules recupera y edita con delicadeza siete relatos en donde se atisban las características principales de la narrativa del escritor e ilustrador polaco: humor inocente y por momentos absurdo, sarcásticas parodias de las relaciones entre humanos, y una acertada paráfrasis hiperbólica de lo cotidiano. Las propuestas, esbozadas con el trazo habitual para definir a cada personaje y coloreadas conservando toda la frescura del proceso artesano, seducen con su sencillez: la descripción de un sombrero, el paseo de papá y mamá Topol en contacto con la naturaleza, las aventuras y desventuras junto a sus amigos o la descripción de aquellas cosas que le hacen feliz. Un acertado homenaje que se disfruta con una sonrisa de principio a fin.
Los amantes de la LIJ sin duda conocen la brillante trayectoria de Horst Eckert, conocido por su seudónimo Janosch. Con tres nominaciones al Premio Andersen a sus espaldas y una colección de títulos inolvidables con la que ha crecido toda una generación de niños, hoy en su mayoría padres, está considerado uno de los grandes autores de historias para el público infantil gracias sobre... Seguir leyendo
Buenas noches, TOPOLÍN
Topolín tiene un sombrero.
- Mi sombrero se llama sombrero porque me da sombra. Y me resguarda desde arriba -dice Topolín-.
Por ejemplo, cuando llueve.