Europa contada a los jóvenes
Tras sólo unas horas de vuelo, el viajero procedente de cualquier ciudad importante europea desembarca en Estambul (la antigua Constantinopla), una ciudad muy grande. Está en Turquía y en Europa. Una vez en Estambul, cruza un estrecho brazo de mar, que salva un puente de apenas unos centenares de metros, y sigue estando en Turquía, pero ya no se encuentra en Europa, sino en Asia. Acaba de pasar a pie, en unos minutos, de la Turquía europea a la Turquía asiática.