Mateo cree estar perfectamente capacitado para sustituir a su padre en la oficina mientras este se recupera en la cama de unos problemas estomacales. A pesar de las reticencias iniciales, el niño consigue su propósito engañando a su madre. Una vez allí, a base de situaciones humorísticas (una crítica inteligente al agobiante mundo adulto) revela las tareas, tensiones y problemas que acarrea el trabajo en equipo en una empresa. Una trama de tintes absurdos que tiene como objetivo principal arrancar la sonrisa de lectores pequeños y adultos y en la que se ridiculizan conflictos que los mayores, a menudo, tendemos a exagerar. Valores como el compromiso o la responsabilidad afloran en la historia que está ilustrada con elegancia y color y que se centra en representar los alocados momentos que vive el protagonista en su intención de ayudar.
Mateo cree estar perfectamente capacitado para sustituir a su padre en la oficina mientras este se recupera en la cama de unos problemas estomacales. A pesar de las reticencias iniciales, el niño consigue su propósito engañando a su madre. Una vez allí, a base de situaciones humorísticas (una crítica inteligente al agobiante mundo adulto) revela las tareas, tensiones y problemas que acarrea el trabajo en equipo en una empresa. Una trama de tintes absurdos que tiene como objetivo principal arrancar la sonrisa de lectores pequeños... Seguir leyendo
Como si fuese papá
Aquella luminosa mañana de primavera, Mateo se levantó de la cama como todos los días. Apartó la sábana, se sentó en el borde de la cama, cerró los ojos, contuvo el aire y saltó. No es que fuese un salto espectacular. Solo fue un pequeño brinco de apenas veinte centímetros. O sea, casi nada.
Se calzó las zapatillas y...
- "'¡Aaaay!", escuchó.
Mateo se quedó quieto como una estaca.