La autora neozelandesa irrumpió con fuerza en el panorama del cómic internacional con la obtención de dos prestigiosos premios Eisner por su inolvidable La sociedad de los dragones de té. Lejos de acomodarse ha seguido sondeando nuevas estructuras y argumentos para insuflar aire fresco en las propuestas orientadas a preadolescentes, siempre en el marco de la fantasía. Con la presente historia replantea, de forma paródica, los conceptos tradicionales de los cuentos de hadas y princesas, realzando el papel de los personajes femeninos, absolutos protagonistas, y dotando de una personalidad y ambiciones de mayor profundidad a los caracteres. Tal y como hizo en el cine, por ejemplo, Frozen, el tebeo es un soporte ideal para deshilachar estructuras a veces caducas e introducir nuevas inquietudes y posibilidades. Cuando una figura a caballo acude a la llamada de socorro de Sadie, atrapada en un torreón al más puro estilo Rapunzel, ella no imagina que se trata de Amira, una valiente jinete que se mueve bajo nobles ideales. Juntas viven al máximo numerosas aventuras y ven florecer una amistad, después amor, que les ayuda a replantear algunos conceptos. A lo largo de este vivaz recorrido hay tiempo para ridiculizar a un príncipe escondido en un árbol, enfrentarse a un inofensivo y peculiar cíclope, y superar la presión que ejerce sobre ella una hermana descontenta con el rumbo que están tomando los acontecimientos. Con una estética que bebe de los conceptos del manga y del anime (los personajes recuerdan en sus rasgos a famosos iconos del cine y la televisión creados por factorías japonesas); está estructurado como una aventura en viñetas de disposición clásica, que desemboca en un epílogo en el que asistimos a un desenlace no por almibarado menos interesante. La obra generó cierta polémica entre los sectores más conservadores del país de origen de la ilustradora, donde ha sido propuesto como base literaria para el desarrollo de actividades en la escuela. Una valiente vuelta de tuerca a los clásicos mediante la que se da visibilidad a personajes LGTBI.
La autora neozelandesa irrumpió con fuerza en el panorama del cómic internacional con la obtención de dos prestigiosos premios Eisner por su inolvidable La sociedad de los dragones de té. Lejos de acomodarse ha seguido sondeando nuevas estructuras y argumentos para insuflar aire fresco en las propuestas orientadas a preadolescentes, siempre en el marco de la fantasía. Con la presente historia replantea, de forma... Seguir leyendo
Érase una vez dos princesas
-¡¡¡AAAAAAAAHHHHH!!!
-¡Deprisa, Celeste! ¡Casi estamos en la torre!
-¡¡¡AAAAAAAAHHHHH!!!
- ¡Hermosa doncella, no llores, por favor!
- ¡He venido a rescatarte!
-¡¡¡AAAAAAAAHHH - ¿Eh?
-Ah, genial, otro príncipe.
-Llévate tus rosas espontáneas a otra parte, por favor. ¡Estoy ocupada!