Tres pasajes encadenados para conocer de cerca el día a día de Mus, animal humanizado que vive feliz a la orilla del mar, sibarita, exquisito en sus elecciones para el tiempo de ocio, entregado a las aficiones que le producen mayor paz… todo cambia con la crecida de la marea –nada desagradable, supone un baño privado que él sabe disfrutar especialmente-; al propiciar la llegada de un nuevo inquilino con el que se ve obligado a compartir alojamiento. Bichón admira las habilidades de Mus y, poco a poco, compartirá deliciosos momentos de intimidad, sobre todo culinarios. También caerá enfermo, algo que nos permite conocer la bondad del protagonista a través de sus cuidados. Así, tras la partida, Mus alberga sentimientos contradictorios, aunque en un epílogo que evoca a personajes como Serafín Latón, la historia abre la posibilidad a diversos finales. Finalista del prestigioso Premio Sorcières, cuyo jurado está integrado por profesionales de la Asociación de librerías especializadas en LIJ, Librairies Sorcières, y de la Asociación de Bibliotecarios Franceses, la obra es una encantadora y original puerta de entrada a la serie creada por la joven autora parisina, de la que pronto habrá nuevos episodios traducidos al español. Tras conocer a este pequeño defensor del carpe diem entendemos a Bichón, ¿quién no querría compartir una jornada en esa casa junto al océano?
Tres pasajes encadenados para conocer de cerca el día a día de Mus, animal humanizado que vive feliz a la orilla del mar, sibarita, exquisito en sus elecciones para el tiempo de ocio, entregado a las aficiones que le producen mayor paz… todo cambia con la crecida de la marea –nada desagradable, supone un baño privado que él sabe disfrutar especialmente-; al propiciar la llegada de un nuevo inquilino con el que se ve obligado a compartir alojamiento. Bichón admira las habilidades de Mus y, poco a poco,... Seguir leyendo
Un día con Mus
Es hora de levantarse, pero Mus se queda todavía unos minutos más con los ojos cerrados.
Quiere disfrutar un ratito más de la calidez de las sábanas, del canto de los pájaros a lo lejos y del rayo de sol que entra por la ventana a esta hora de la mañana.
Después, Mus se levanta y se pone los calcetines con cuidado.