Cuando somos pequeños no dominamos los infinitos recursos y dobles sentidos que posee nuestro lenguaje (ni siquiera de mayores). El español es un idioma rico en posibilidades e interpretaciones, como demuestra la confusión que da origen a toda la trama de este simpático libro ilustrado. Carrasco coincide con la vecina y su perro en el ascensor, quien se despide del niño con una observación que le produce cierta inquietud. Dispuesto a encontrar su verdadera e inesperada identidad, no revelada hasta ese encuentro, inicia una aventura en la que sus peripecias dibujarán una sonrisa en los lectores. Rocío Bonilla, diseñadora, pintora y profesora con larga trayectoria en el campo de la literatura infantil y juvenil, ha alcanzado las más altas cotas de popularidad gracias a recientes obras publicadas en la misma editorial, traducidas a varios idiomas y éxitos de ventas. Para los amantes de la LIJ no es una sorpresa, dado el talento que atesora desde siempre en sus propuestas gráficas, claramente identificables –toda una virtud, tener un estilo propio en estos tiempos-; como es habitual en sus últimos proyectos, incluye un complemento sorpresa (merchandising literario de calidad), que ayudará a despertar el interés por la ornitología, tema que se esboza en la aventura, en los pequeños.
Cuando somos pequeños no dominamos los infinitos recursos y dobles sentidos que posee nuestro lenguaje (ni siquiera de mayores). El español es un idioma rico en posibilidades e interpretaciones, como demuestra la confusión que da origen a toda la trama de este simpático libro ilustrado. Carrasco coincide con la vecina y su perro en el ascensor, quien se despide del niño con una observación que le produce cierta inquietud. Dispuesto a encontrar su verdadera e inesperada identidad, no revelada hasta... Seguir leyendo
¡Menudo pájaro!
Carrasco era un niño curioso, como cualquier otro. Le gustaban los pasteles, jugar con sus coches, hacer rugir a sus dinosaurios y construir cabañas en su habitación.
Le encantaba ir al colegio, resolver problemas de números, buscar hojas secas...
...y estudiar el universo.
Carrasco no era muy alto, pero tenía un montón de amigos.