Comienza a hacer frío y ya se advierte el espíritu de la Navidad en las calles. Perro Apestoso y Gatochato lo saben bien, porque viven en ellas. El hambre incita a la pareja a buscar un lugar mejor que, aparentemente, encuentran en la casa de los Noel. Pero las intenciones de los hermanos no son tan altruistas como parecen y pronto convierten a los protagonistas en parte de la mercancía a la venta en un mercadillo. De esta forma tienen la oportunidad de conocer a Lana, la niña del jersey, que subsiste en la pobreza mientras echa de menos a su muñeca sin brazos. Una oportunidad para que el genial antihéroe canino vuelva a la acción. Aroma de relato dickensiano en este nuevo capítulo, teñido de melancolía y crítica social, en el que los autores contrastan dos formas de afrontar la vida en base a diferentes valores y situaciones económicas. Las imágenes, como en anteriores ocasiones, destilan elegancia y buen humor.
Comienza a hacer frío y ya se advierte el espíritu de la Navidad en las calles. Perro Apestoso y Gatochato lo saben bien, porque viven en ellas. El hambre incita a la pareja a buscar un lugar mejor que, aparentemente, encuentran en la casa de los Noel. Pero las intenciones de los hermanos no son tan altruistas como parecen y pronto convierten a los protagonistas en parte de la mercancía a la venta en un mercadillo. De esta forma tienen la oportunidad de conocer a Lana, la niña del jersey, que subsiste en la pobreza mientras echa... Seguir leyendo
Perro Apestoso, ¡feliz Navidad!
Es Nochebuena en el cubo de basura de Perro Apestoso y Gatochato. El pobre gato aplastado intenta aguantar el frío con una vieja bolsa de agua caliente que gotea, y el chucho, medio helado, se ha puesto dos calcetines agujereados en las patas.