Muchos niños intentan usar su voz pero no brotan las palabras, igual que le ocurre a la protagonista de esta historia. Conocemos las acciones por la verbalización que hace, en este caso, su hermano. De esta forma es sencillo ponernos en la piel de una persona con trastorno del espectro autista, indagar sobre sus sentimientos, actitudes y la fórmula que pueden utilizar para mostrar esas emociones y pensamientos a los demás. Con el apoyo de la gente más querida es sencillo llevar una vida divertida y acostumbrarse a mantener unas rutinas saludables que refuercen el crecimiento y la maduración de forma óptima. La autora británica indaga sobre la riqueza de la comunicación no verbal especialmente en los pequeños que conviven con esta afección, relacionada con el desarrollo del cerebro, que afecta la forma en la que perciben la realidad y a sus modos de socialización con otras personas, a través de personajes risueños y carismáticos, animales humanizados que también aparecen en Mi hermana y yo, en este caso con una trama centrada en las observaciones y el punto de vista del hermano.
Muchos niños intentan usar su voz pero no brotan las palabras, igual que le ocurre a la protagonista de esta historia. Conocemos las acciones por la verbalización que hace, en este caso, su hermano. De esta forma es sencillo ponernos en la piel de una persona con trastorno del espectro autista, indagar sobre sus sentimientos, actitudes y la fórmula que pueden utilizar para mostrar esas emociones y pensamientos a los demás. Con el apoyo de la gente más querida es sencillo llevar una vida divertida y acostumbrarse a... Seguir leyendo
¡Hablar no se me da bien!
- Yo no hablo. ¡Pero para mi hermano es fácil!
- ¡Vamos dentro! Casi es la hora de cenar.
- Espero que haya espaguetis
- ¡Creo que hay espaguetis!
- A veces intento usar mi voz...
- Pero las palabras no me salen.
- ¿EEP?