Esta colección de cartas, ilustradas y representadas sobre papel cuadriculado, no están dirigidas a un señor imaginario. En realidad, esa lucha de la nieta por no perder a su abuela, sumida en pleno proceso degenerativo, focaliza en los escritos en torno a una enfermedad que desconoce pero a la que Alois Alzheimer puso nombre en la década de los sesenta del siglo XX. Se trata, sin duda, de uno de los grandes males de nuestro tiempo y, por el momento, no tiene cura. La forma en que la pequeña Anielka reflexiona, muestra su frustración, dolor y, al mismo tiempo, profundo amor y cariño por un ser querido que parece diluirse, estremece a cualquier lector que se acerque a la obra, seleccionada en la prestigiosa lista White Ravens que cada año publica la Internationale Jugendbibliothek. Las ilustraciones, con profunda carga metafórica, esbozadas con poética sensibilidad, potencian las emociones que destila el texto, tan bello como descorazonador.
Esta colección de cartas, ilustradas y representadas sobre papel cuadriculado, no están dirigidas a un señor imaginario. En realidad, esa lucha de la nieta por no perder a su abuela, sumida en pleno proceso degenerativo, focaliza en los escritos en torno a una enfermedad que desconoce pero a la que Alois Alzheimer puso nombre en la década de los sesenta del siglo XX. Se trata, sin duda, de uno de los grandes males de nuestro tiempo y, por el momento, no tiene cura. La forma en que la pequeña Anielka reflexiona, muestra su... Seguir leyendo
Cartas al señor A
Señor A.
Me llamo Anielka
Hasta hace poco vivía con mis padres y mi hermana, pero un día se mudó con nosotros la abuela. Entonces empezaron los problemas, porque nadie imaginó que usted se mudaría con ella.
Así que decidí escribirle porque usted no me gusta, así de simple.