¡Qué necesaria es la presencia de una figura como la de "Doña Problemas" en cualquier recreo...! Miguel López (El Hematocrítico) hace uso de su siempre efervescente imaginación para regalar a los lectores un personaje genial, cuyas vivencias sin duda están inspiradas en la realidad de su día a día como docente, que cautivará a todo tipo de públicos. Porque a todas las edades podemos identificarnos con las situaciones que plantea la trama y, especialmente, aplaudir las brillantes (y a veces traviesas) soluciones que aporta la protagonista. Carlota ayuda a los alumnos del colegio desde que era muy pequeña de forma altruista, gracias a su ingenio permite recuperar la estima de quienes sufren pequeños percances, ofrece soluciones a los accidentes y problemas cotidianos (atreviéndose incluso a inventar personajes de voz "respetable" a través del teléfono); o a brindar soluciones eficientes para mejorar el tiempo de ocio. Secundada por Juan, que sirve como enlace, hace frente a todo tipo de conflictos, siempre con la misma ilusión por cumplir el gran objetivo: hacer felices a las personas con las que convive. Un reto tan noble como necesario en nuestra maltrecha sociedad actual. La obra cuenta con un lujo añadido, la colección de imágenes diseñadas por el Premio Nacional de Cómic y Eisner Award Paco Roca, que regresa al campo de la ilustración infantil para dar calor a esta divertida y entrañable novela. Fue reconocida el pasado año con el XXXIX Premio de Narrativa Infantil Vila d'Ibi.
¡Qué necesaria es la presencia de una figura como la de "Doña Problemas" en cualquier recreo...! Miguel López (El Hematocrítico) hace uso de su siempre efervescente imaginación para regalar a los lectores un personaje genial, cuyas vivencias sin duda están inspiradas en la realidad de su día a día como docente, que cautivará a todo tipo de... Seguir leyendo
Doña Problemas
Es increíble la cantidad de cosas de
las que puedes ser testigo si te paseas
por el recreo con los ojos y los oídos
bien abiertos. No tienes que ser muy observador para que te acabes enterando
de decenas de situaciones complicadas.
En lo que llevábamos de recreo ya había
visto cómo un chaval caía con la cabeza
dentro de un charco; cómo los pantalones de una niña se rompían mientras se
agachaba a recoger un balón en un partido particularmente intenso de brilé;
cómo dos amistades de toda la vida se
rompían y dos se reconciliaban; he visto
sonrisas y lágrimas, carcajadas y llantos…