Pocas cosas hay más contagiosas que el bostezo. Por eso, el hilo conductor de este libro ilustrado, sin palabras, de Martín López es una excelente idea para inducir a los más pequeños de la casa al sueño, al mismo tiempo que despiden el día con una sonrisa en los labios. Sucesivamente, distintos animales retratados en primer plano muestran su rostro, con señales que indican gran cansancio, y todos coinciden en abrir la boca como ejercicio pre-descanso. Entre los protagonistas se cuela algún visitante inesperado (robots, extraterrestres..); y un ratón que sirve como maestro de ceremonias y que termina, como era previsible, "en los brazos de Morfeo". Un libro editado en reducidas dimensiones y con un formato adecuado para la interacción de los que están aprendiendo a leer (papel de buen gramaje, esquinas redondeadas...)
Pocas cosas hay más contagiosas que el bostezo. Por eso, el hilo conductor de este libro ilustrado, sin palabras, de Martín López es una excelente idea para inducir a los más pequeños de la casa al sueño, al mismo tiempo que despiden el día con una sonrisa en los labios. Sucesivamente, distintos animales retratados en primer plano muestran su rostro, con señales que indican gran cansancio, y todos coinciden en abrir la boca como ejercicio pre-descanso. Entre los protagonistas se cuela algún... Seguir leyendo