El estilo de Marta Altés convierte en propuesta encantadora cualquier argumento. El excelente uso de una paleta multicolor, con escenarios luminosos y personajes de rasgos caricaturescos y expresivos, ha encandilado a los lectores desde las primeras incursiones en la LIJ, tanto en solitario (los primeros fueron "No!", editado por ChildsPlay; y "Mi abuelo", McMillan, 2011); como en el campo de la ilustración de novelas y cuentos para niños (especialmente recordados sus dibujos para "Amistades secretas", "Barracuda, el rey muerto de Tortuga" o "La niña invisible", por citar algunos ejemplos). Desde tierras británicas sus publicaciones se editan en varios idiomas, siempre orientadas a los más pequeños de la casa. Tras el último estreno en solitario ("Nuevo en la ciudad"); regresa con este simpático cuento ambientado en un escenario radicalmente distinto a la gran urbe. Una isla que solo tiene dos habitantes, obligados a convivir y compartir aficiones para disfrutar tantas horas libres. La vida cotidiana parece apacible, a pesar de carecer de muchas comodidades, y la imaginación y las ganas de pasarlo bien evitan que haya un solo momento de aburrimiento, pero la desaparición misteriosa de varios objetos genera un conflicto, resuelto con un solapado homenaje (voluntario o no); a "Las joyas de la Castafiore", de Hergé. Como todo el mundo sabe lo único bueno de las discusiones son las reconciliaciones...
El estilo de Marta Altés convierte en propuesta encantadora cualquier argumento. El excelente uso de una paleta multicolor, con escenarios luminosos y personajes de rasgos caricaturescos y expresivos, ha encandilado a los lectores desde las primeras incursiones en la LIJ, tanto en solitario (los primeros fueron "No!", editado por ChildsPlay; y "Mi abuelo", McMillan, 2011); como en el campo de... Seguir leyendo
¡Yo no he sido!
Ellis y Charlie vivían en una isla.
Era una isla pequeña, pero era suya y era perfecta.
Siempre trabajaban mano a mano,
y todo lo que tenían, lo compartían.
Una olla grande, un cuenco pequeño, una cucharilla...
y una cabaña pequeña.