Como nos demuestra la protagonista, llega una (temprana) edad en la que debemos interiorizar la necesidad de dar pasos solas, ya sea consecuencia de los aprendizajes o con el objetivo de disfrutar al máximo de cada momento sin depender de nadie alrededor. Desde actos cotidianos, como ir a la guardería, o pequeños placeres diarios, como nadar en la piscina o dibujar (pero también levantarnos cuando nos caemos); hasta descubrir nuevos mundos, ya sea mediante la experiencia literaria o abriendo camino en el arte de la repostería, tenemos todo a nuestro alcance si afrontamos cada jornada con el ánimo necesario. Un acicate para fraguar una independencia gradual de los pequeños lectores, que verán afianzada su curiosidad y rutinas cotidianas gracias a las escenas, modeladas en pinturas de cera con posterior retoque digital, creadas por la escritora e ilustradora suiza, aficionada a explorar los sentimientos infantiles a través de animales humanizados protagonistas en toda su obra. La edición está adecuada para garantizar la seguridad y manejabilidad de los más pequeños de la casa.
Como nos demuestra la protagonista, llega una (temprana) edad en la que debemos interiorizar la necesidad de dar pasos solas, ya sea consecuencia de los aprendizajes o con el objetivo de disfrutar al máximo de cada momento sin depender de nadie alrededor. Desde actos cotidianos, como ir a la guardería, o pequeños placeres diarios, como nadar en la piscina o dibujar (pero también levantarnos cuando nos caemos); hasta descubrir nuevos mundos, ya sea mediante la experiencia literaria o abriendo camino en el arte de la... Seguir leyendo