Brujas y más brujas surcan los cielos de la literatura infantil desde tiempos ancestrales, comunidades de hechiceras a veces bien avenidas, otras enfadadas; en solitario o, como en el relato de Teri Sloat, de forma grupal a la hora de poner en marcha sus habilidades (por ejemplo espantar a todo tipo de criaturas que se interponen en su camino o asustar a los más sensibles del lugar) Al ritmo de la numeración surgen algunos problemas de convivencia, molestias que generan maldiciones y nubarrones (sin duda fruto del mal carácter que, generalmente, suelen tener). El lector, mientras, disfruta de las disparatadas progresiones y secuencias regresivas, un aprendizaje a base de risas y oscuras escenas (con otros muchos personajes tradicionales del género fantástico-terrorífico haciendo cameos o coprotagonizando momentos delirantes); que confluye en un conjuro, una imprecación o deseo para que cambien las cosas y empezar otra vez de cero. Los más pequeños del hogar interiorizarán sus primeros aprendizajes matemáticos acompañados de unas protagonistas tan siniestras como, en el fondo, cargadas de ternura en su vuelo nocturno... La ilustradora Rosalinde Bonnet, que ya atesora una larga trayectoria en proyectos literarios orientados a la infancia y juventud, ha diseñado un carismático elenco de nigromantes y escenarios "siniestros" para la ocasión.
Brujas y más brujas surcan los cielos de la literatura infantil desde tiempos ancestrales, comunidades de hechiceras a veces bien avenidas, otras enfadadas; en solitario o, como en el relato de Teri Sloat, de forma grupal a la hora de poner en marcha sus habilidades (por ejemplo espantar a todo tipo de criaturas que se interponen en su camino o asustar a los más sensibles del lugar) Al ritmo de la numeración surgen algunos problemas de convivencia, molestias que generan maldiciones y nubarrones (sin duda fruto del mal carácter... Seguir leyendo
¡Plis! ¡Plas! A todo gas
Una hace plis. Dos hacen plas. Tres recorren la casa en un plisplás.
Cuatro suben y suben.
Cinco bajan y bajan.
Seis por el sótano escapan.
Siete cantan.
Ocho encantan.
Nueve malvadas brujas con sus voces a todos espantan.