La música de las manos
Me llamo Lucie y vivo en París, en el distrito XI. De mayor seré educadora de niños autistas. Conozco a uno: mi vecino Matthieu. Tenía cuatro años cuando entró en mi vida y, francamente, estuvo a punto de empezar todo mal. Desde entonces le visito a menudo y cada vez que le veo me digo que realmente es alguien especial, porque no se parece a nadie.