Relato del encuentro de una madre y de una hija tras la Segunda Guerra Mundial. Después de haber estado separadas por la contienda y tras haber estado una en un hospital y la otra en un hospicio, Henia y Aviya pueden al fin pasar un verano juntas, cerrar heridas abiertas y enfrentarse al ambiente hostil de una sociedad empeñada en olvidar, que las rechaza por su aspecto, su pobreza y su pasado.
Relato del encuentro de una madre y de una hija tras la Segunda Guerra Mundial. Después de haber estado separadas por la contienda y tras haber estado una en un hospital y la otra en un hospicio, Henia y Aviya pueden al fin pasar un verano juntas, cerrar heridas abiertas y enfrentarse al ambiente hostil de una sociedad empeñada en olvidar, que las rechaza por su aspecto, su pobreza y su pasado.
El verano de Aviya
Aquel año, mi madre sólo vino una vez a verme al internado.
Recuerdo esa vez porque era la fiesta de Hanukah y yo hacía el papel del rey Antíoco. Mamá vino, como había prometido, y me trajo golosinas en una caja de zapatos. Dentro había una tableta de chocolate, una bolsa llena de caramelos, dos piruletas en forma de gallo y un paquete de galletas redondas. Era el paquete más grande que nunca había traído; incluso después de haber repartido una parte de las golosinas entre las chicas de mi habitación, aún me quedó bastante para mucho tiempo.