El portal de los elfos
Henry se levantó temprano el día en que su vida va a cambiar. Estaba haciendo una maqueta de cartón, que había dejado preparada la noche anterior para que el pegamento se secase, y lo único que le faltaba para acabar el cerdo volador era colocar un palillo de dientes como eje y añadir algunos adornos. Le había llevado tres semanas de trabajo, pero, cuando girara el resorte, el cerdo despegaría batiendo las alas de cartón.