El padre de Billy Pickles se va de casa, dejándole una hucha rara, con forma de hombre de cintura para arriba. Pasado el tiempo Billy va a visitarlo a Nueva York, donde conoce a su abuela y a la nueva novia de su padre. Lleva consigo la hucha, que es especial, ya que adivina los números de las cajas de caudales y los de los sorteos de la televisión. Cuando secuestran a su nuevo amigo Walter, hijo de un millonario, la hucha podrá ayudar a encontrarlo. Un libro muy entretenido.
El padre de Billy Pickles se va de casa, dejándole una hucha rara, con forma de hombre de cintura para arriba. Pasado el tiempo Billy va a visitarlo a Nueva York, donde conoce a su abuela y a la nueva novia de su padre. Lleva consigo la hucha, que es especial, ya que adivina los números de las cajas de caudales y los de los sorteos de la televisión. Cuando secuestran a su nuevo amigo Walter, hijo de un millonario, la hucha podrá ayudar a encontrarlo. Un libro muy entretenido.
El niño con la fortuna más grande
El regalo que papá dejó a Billy Pickles estaba bajo la nota que había pegado en el espejo de la barbería. Sólo decía: «Salió el número, pero no era el mío. Lo siento».
Era una hucha en forma de hombre de cintura para arriba. Tenía una enorme cara sonriente y las manos cruzadas sobre la barriga prominente. Billy se preguntaba por dónde había que meter el dinero. No veía ninguna ranura. En la caja, decía: No incluye pilas.