Angelman. El primer superhéroe
El señor Ángel era un vecino extraño. No salía nunca de casa y no hablaba con nadie. Las raras ocasiones en que se dejaba ver iba de punta en blanco, con sus largos cabellos canosos perfectamente peinados. Aquel día, yo había salido a buscar el diario para mis padres y me encontré con el señor Ángel en la escalera. El pobre hombre subía solo con el carro de la compra lleno hasta los topes y, además, con una enorme máquina de coser.