Cuando Shola llega al campo y conoce al perrito Angeliño, no entiende bien lo que dice. Angeliño habla muy raro porque es de pueblo. Y además está obsesionado con cazar a un ratón muy listo a toda costa. Al principio Shola quiere quitarle la obsesión, pero luego se hace amiga de Angeliño y juntos planean la mejor estrategia para cazar al ratón. La superación del conflicto campo-ciudad mediante el lenguaje universal de la amistad.
Cuando Shola llega al campo y conoce al perrito Angeliño, no entiende bien lo que dice. Angeliño habla muy raro porque es de pueblo. Y además está obsesionado con cazar a un ratón muy listo a toda costa. Al principio Shola quiere quitarle la obsesión, pero luego se hace amiga de Angeliño y juntos planean la mejor estrategia para cazar al ratón. La superación del conflicto campo-ciudad mediante el lenguaje universal de la amistad.
Shola y Angeliño
Llegó el caluroso verano y el señor Grogó se marchó de vacaciones llevándose con él a Shola.
–¿Adónde vamos? –preguntó Shola cuando ya iban por la carretera.
–Al campo, a la casa de una amiga que se cansó de vivir en la ciudad y decidió convertirse en pastora –le respondió el señor Grogó.
–Yo haré lo mismo algún día. Lo dejaré todo y me dedicaré a las ovejas –dijo Shola por decir algo que sonara bien.