Esta adaptación del clásico de Caperucita nos presenta a una niña africana que ayuda a su abuela en las tareas del hogar. En el camino, como a la niña de la caperuza roja, un perro peligroso le quita todas sus compras y la amenaza con sus colmillos. La niña, cuando se recupera del susto, es lo suficientemente astuta como para recuperar sus cosas y darle antes una buena lección al ladrón.
Esta adaptación del clásico de Caperucita nos presenta a una niña africana que ayuda a su abuela en las tareas del hogar. En el camino, como a la niña de la caperuza roja, un perro peligroso le quita todas sus compras y la amenaza con sus colmillos. La niña, cuando se recupera del susto, es lo suficientemente astuta como para recuperar sus cosas y darle antes una buena lección al ladrón.
La pequeña Caperucita africana
Salma vivía con sus abuelos en un barrio tranquilo de la ciudad. Un día, su abuela le dijo: –Salma, cariño, tendrías que hacerle un favor a tu abuela que tanto te quiere e ir al mercado.
Salma se puso el pañuelo azul en la cabeza, se enrolló el ntama de rayas, se puso un collar de cuentas blancas y las sandalias amarillas.