La ilustración es protagonista principal en esta historia. El texto fluye a través de pequeñas ventanas acompañando los dibujos hiperrealistas de Allsburg, un cúmulo de juegos, luces y sombras en un espacio misterioso: primeros planos, medios o americanos combinados con picados y contrapicados. Los marrones se funden con grises y negros, generando la tensión de un final sorprendente. Sencillez en el trazo, espacios y personajes bien definidos, sólo utiliza el dibujo de los ojos en los momentos de mayor tensión. Una historia de elementos fantásticos, deseos y sueños con una moraleja sutilmente mostrada. ¿Quieres conocer las andanzas de Monsieur Bibot?
La ilustración es protagonista principal en esta historia. El texto fluye a través de pequeñas ventanas acompañando los dibujos hiperrealistas de Allsburg, un cúmulo de juegos, luces y sombras en un espacio misterioso: primeros planos, medios o americanos combinados con picados y contrapicados. Los marrones se funden con grises y negros, generando la tensión de un final sorprendente. Sencillez en el trazo, espacios y personajes bien definidos, sólo utiliza el dibujo de los ojos en los momentos de mayor... Seguir leyendo
El higo más dulce
Monsieur Bibot, el dentista, era un hombre muy exigente. Tenía su pequeño departamento muy bien ordenado y limpio, lo mismo que su consultorio. Si su perro, Marcel, saltaba sobre los muebles, Bibot no dejaba de darle una lección. Excepto el día de la Revolución francesa, el pobre animal no podía ni ladrar.