Lily es feliz en el colegio, le gusta todo de él, pero lo que más le gusta es su maestro, de talante abierto y desenfadado aspecto. Un día lleva al colegio su bolso de plástico morado para llamar la atención, y consigue que el profesor se disguste. La historia plantea un conflicto que produce cierta tensión, pero el final es positivo. El autor presenta a una ratita con la que los lectores se identifican, pues las situaciones planteadas son propias de la infancia. Un libro con muchas ilustraciones y un texto cuidado con letra de gran tamaño para facilitar la lectura.Lily es feliz en el colegio, le gusta todo de él, pero lo que más le gusta es su maestro, de talante abierto y desenfadado aspecto. Un día lleva al colegio su bolso de plástico morado para llamar la atención, y consigue que el profesor se disguste. La historia plantea un conflicto que produce cierta tensión, pero el final es positivo. El autor presenta a una ratita con la que los lectores se identifican, pues las situaciones planteadas son propias de la infancia. Un libro con muchas ilustraciones y un texto cuidado con letra de gran tamaño para facilitar la lectura.
Lily y su bolso de plástico morado
A Lily le encantaba el colegio. Le gustaban los lápices con la punta bien afilada. Le gustaba el chirrido de la tiza. Y le gustaba el ruido que hacían sus botas: clik-clik-clik cuando caminaba por el largo y reluciente pasillo.