Este álbum ilustrado, protagonizado por animales humanizados, entraña una metáfora de las buenas intenciones tantas veces baldías a la hora de ayudar a los demás. La jirafa, el caballo y la rana, buscan su propio sueño pensando que es el del oso: una bufanda, unas herraduras y unas gafas de sol. Pero el osito de peluche tiene otras necesidades, y estos objetos no le sirven para nada. Una sencilla historia que expone un problema muy importante: cómo ayudar a los demás teniendo en cuenta sus necesidades, no las nuestras.Este álbum ilustrado, protagonizado por animales humanizados, entraña una metáfora de las buenas intenciones tantas veces baldías a la hora de ayudar a los demás. La jirafa, el caballo y la rana, buscan su propio sueño pensando que es el del oso: una bufanda, unas herraduras y unas gafas de sol. Pero el osito de peluche tiene otras necesidades, y estos objetos no le sirven para nada. Una sencilla historia que expone un problema muy importante: cómo ayudar a los demás teniendo en cuenta sus necesidades, no las nuestras.
El sueño del osito rosa
Había una vez, junto a un río, un osito rosa, de peluche, que lloraba desconsolado: ¡Buaaa...! ¡Buaaa... De sus ojos, que eran botones, brotaban dos lagrimones.
Pasó por allí una jirafa y le preguntó: -¿Por qué lloras, osito rosa? -¿Por qué he perdido mi sueño? –contestó el osito. Y la jirafa dijo: -Pues estiraré mi cuello sobre los árboles y te ayudaré a encontrarlo. Al momento volvió con una bufanda de colores larga y calentita.