La exitosa trilogía, cercana al noir, llega a su fin y demuestra, al igual que otras propuestas vinculadas a este género, que el cómic sigue siendo el mejor lenguaje para acercar al público infantil a cualquier temática o estilo. Con humor inteligente y escogidas píldoras de misterio, los hermanos gemelos protagonistas (crecidos en un insólito escenario, la empresa familiar de pompas fúnebres que hay a la entrada de un cementerio); se enfrentan aquí (“solos contra todo”) al gran desafío definitivo sin darse nunca por vencidos. Ellos creen que tienen claro todo lo que ha pasado, identificado el sospechoso principal, pero aún resta lo más difícil: convencer a sus padres de que dicen la verdad. El desenlace está muy bien articulado, manteniendo el tono inquietante de la serie y dejando las puertas abiertas para diferentes variables hasta los últimos lances. Los lectores encontrarán un “regalo” en el epílogo de la obra: los bocetos en los que podemos ver la evolución de la propuesta gráfica elaborada por la joven autora, una de las representantes de la nueva hornada de ilustradores franceses.

La exitosa trilogía, cercana al noir, llega a su fin y demuestra, al igual que otras propuestas vinculadas a este género, que el cómic sigue siendo el mejor lenguaje para acercar al público infantil a cualquier temática o estilo. Con humor inteligente y escogidas píldoras de misterio, los hermanos gemelos protagonistas (crecidos en un insólito escenario, la empresa familiar de pompas fúnebres que hay a la entrada de un cementerio);... Seguir leyendo