No hay nada como aburrirse para dejar paso a la posibilidad de tener grandes aventuras. Eso es justo lo que le pasa a Mapi ese verano en Teror, en casa de los abuelos, el día en que subió al desván a ver si encontraba algún "tesoro", como le dijo su abuela, para pasar el rato. Una foto antigua del abuelo con un extraño, una rana, una misteriosa carta, otras muchas sin abrir y un robo sin resolver de las joyas de la Virgen son los ingredientes necesarios para que unas vacaciones con pocos alicientes se conviertan en una auténtica aventura. Con mucho sentido del humor, el autor nos lleva a este pueblo del interior de Gran Canaria de la mano de esta niña, Mapi, quien entre otros descubrimientos insospechados se tropieza con Néstor, el chico de la tienda, y con un abuelo al que se parece más de lo que hubiera sospechado nunca.
No hay nada como aburrirse para dejar paso a la posibilidad de tener grandes aventuras. Eso es justo lo que le pasa a Mapi ese verano en Teror, en casa de los abuelos, el día en que subió al desván a ver si encontraba algún "tesoro", como le dijo su abuela, para pasar el rato. Una foto antigua del abuelo con un extraño, una rana, una misteriosa carta, otras muchas sin abrir y un robo sin resolver de las joyas de la Virgen son los ingredientes necesarios para que unas vacaciones con pocos alicientes se conviertan en una auténtica... Seguir leyendo
La cofradía de la Luz de Gas
![](/old-thumbs/978-84-942023-4-6_g.jpg)
-¡No es justo!
-Déjate de protestas, no seas perretosa.
A Mapi no le gustaba la idea de pasarse la mitad del verano en el pueblo. En las vacaciones de Navidad creyó que iba a morir congelada en el cuarto que tenía reservado en casa de los abuelos. En aquella ocasión, su padre y su madre le habían vendido la moto diciéndole que, con un poco de suerte, podría ver la nieve. Lo único que pudo ver Mapi, embutida en un montón de traperas frente a la chimenea del salón ( y no estaba dispuesta a repetir la experiencia), fue cómo el mercurio del termómetro bajaba de los cero grados.
-Es un rollo, no es justo, no hay playa y te derrites de calor.
-¡Pero si está la piscina municipal! Además, en verano es divertido, hay fiestas en todos los barrios, conciertos, organizan excursiones.
-¿Y por qué no puedo ir a un campamento este verano?