Hace un par de años el autor polaco Przemystaw Wechterowicz, muy popular en el ámbito de la literatura infantil europea, nos demostró, bajo la mirada de la misma familia protagonista, que existen pocos remedios más sanadores para cuerpo y alma que un buen abrazo. A partir de los mismos moldes estéticos (repite a los pinceles la ilustradora, Emilia Dziubak, que siempre destaca por su capacidad para generar texturas cálidas y enternecedoras, incluso en sus propuestas "más siniestras"); nos reencontramos en el bosque con los osos, sumidos en su relajante dinámica pero preocupados por juntarse tras su separación desde que mamá salió a por miel. En el recorrido, guiado por los mejores propósitos y planteado desde los dos puntos de vista, serán otros amigos de la floresta quienes ofrezcan su cariño y, al mismo tiempo, guíen el sendero correcto. Un relato apacible y optimista, jalonado de imágenes sutiles con finas trazas de humor, para leer en la mejor compañía, toda la familia unida, como nos enseñan los protagonistas.
Hace un par de años el autor polaco Przemystaw Wechterowicz, muy popular en el ámbito de la literatura infantil europea, nos demostró, bajo la mirada de la misma familia protagonista, que existen pocos remedios más sanadores para cuerpo y alma que un buen abrazo. A partir de los mismos moldes estéticos (repite a los pinceles la ilustradora, Seguir leyendo
¿Dónde estás, mamá?
Una mañana de primavera, justo cuando el sol estaba haciéndose las trenzas, el osito preguntó:
- Papá, ¿qué es lo que más te gusta hacer en el mundo?
Papa oso, pensativo, puso los brazos en jarras.
- Lo que más me gusta es abrazarte a ti y a mamá, hijito.