Una simpática pandilla de animales humanizados, momentos antes de esa hora mágica en la que hay que ir a dormir, ofrecen una serie de consejos para leer el cuento infalible que provocará el mayor de los descansos. Pero, aunque solo conste de diez palabras, su ejecución tiene un intrigante preámbulo en el que, como posibles receptores de esa fórmula "mágica", somos protagonistas absolutos (todos los lectores que cumplan esas premisas darán una gran alegría a sus papás y mamás). Al son que marca el narrador debemos contestar sus preguntas y mostrar total disposición a seguir las normas establecidas para disfrutar, como es debido, un relato inolvidable. El apartado gráfico, divertido y paródico, ha sido realizado por la misma autora de un título que seguro te hizo reír tanto como a nosotros hace unos años, ¡No me llames CHUCHI PUCHI!, publicado en esta misma editorial, y cuyos rasgos caricaturescos identificamos en toda la propuesta. ¿Quién puede resistirse a echar una cabezadita dibujando una sonrisa en los labios?

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Una simpática pandilla de animales humanizados, momentos antes de esa hora mágica en la que hay que ir a dormir, ofrecen una serie de consejos para leer el cuento infalible que provocará el mayor de los descansos. Pero, aunque solo conste de diez palabras, su ejecución tiene un intrigante preámbulo en el que, como posibles receptores de esa fórmula "mágica", somos protagonistas absolutos (todos los lectores que cumplan esas premisas darán una gran alegría a sus papás y... Seguir leyendo